• Limpie las bobinas del condensador cada tres meses o menos. El polvo reduce la eficiencia de la unidad y aumenta el consumo de energía.
• Comprueba la estanqueidad de la puerta de tu frigorífico. Cierre la puerta sobre un trozo de papel e intente sacar el papel. Si sale con facilidad, debería cambiar la junta.
• Mantenga la temperatura de su frigorífico entre 37 y 40 grados y la de su congelador a cinco grados. Compruebe la temperatura colocando un termómetro de aparato en un vaso de agua en el interior durante 24 horas.
• Cubra los líquidos y envuelva los alimentos que se guardan en el frigorífico para evitar que trabaje demasiado. Los líquidos y los alimentos liberan humedad que puede hacer que la unidad sea menos eficiente.
• Espere a que los alimentos se enfríen antes de colocarlos en la unidad. El frigorífico tendrá que trabajar más para que los alimentos alcancen la temperatura interior.
• Mantenga la puerta abierta sólo el tiempo necesario.

• Utiliza el microondas siempre que sea posible. Sólo utilizan entre un tercio y la mitad de la energía que un horno convencional.
• Asegúrese de que la junta de la puerta del horno esté bien cerrada. Intente no abrir demasiado el horno cuando esté horneando. Cada vez que se abre se pierde un 20% del calor interior.
• Utilice tapas en las ollas y sartenes y cocine a niveles más bajos.
• Utilice el tamaño de quemador que mejor se adapte a la olla que utilice. Se desperdicia calor y energía si se utiliza un quemador más grande que la olla.
• Mantenga limpias las bandejas de goteo situadas debajo de los quemadores del serpentín. Y no las forres con papel de aluminio, que refleja el calor y puede dañar los elementos.
• Apague el horno justo antes de que la comida termine de cocinarse. Deje que el calor restante termine la cocción.
• Si la llama del piloto y del quemador es amarilla (debería ser azul), hay que desatascar o ajustar el puerto. Puedes utilizar un limpiador de tuberías para limpiarlo - ¡sólo asegúrate de que se ha enfriado!
• Un quemador de gas sólo utiliza el 55 por ciento de la energía que produce y las cocinas eléctricas tradicionales sólo el 65 por ciento. Adquiera una placa de inducción, que utiliza el 90 por ciento de la energía que produce.

• Ponga el lavavajillas con una carga completa. Poner cargas pequeñas desperdicia energía porque lo haces más a menudo.
• Deja que tus platos se sequen al aire.
• No te preocupes por aclarar los platos a menos que la comida se haya quemado o secado. Puedes raspar los trozos grandes de comida que queden en los platos.
• La próxima vez que compre un lavavajillas, hágalo con la etiqueta Energy Star. Utilizan un 25 por ciento menos de energía de lo que exigen las normas federales.

Alrededor del 90% de la energía utilizada para hacer funcionar una lavadora se destina a calentar el agua. Para reducir la cantidad de energía utilizada para lavar la ropa, utilice menos agua y use agua fría. Estos son algunos consejos sencillos para reducir la factura y el consumo de energía al lavar y secar la ropa.

• Lavar la ropa en agua fría y utilizar detergentes de agua fría.
• Lave y seque cargas completas para maximizar su tiempo y eficiencia.
• La próxima vez que compre una lavadora, hágalo con la etiqueta Energy Star. Utilizan un 50% menos de energía que las lavadoras normales.
• Seque los artículos pesados, como las toallas, en cargas separadas de los artículos ligeros, como la ropa.
• Seque primero las prendas más ligeras. Así, la secadora tendrá la oportunidad de calentarse y se necesitará menos energía para calentar la secadora para la siguiente carga de ropa más pesada.
• Termine de secar la ropa con el calor residual de la secadora utilizando el ciclo de enfriamiento.
• No seque la ropa en exceso. Utiliza un ajuste de humedad si tu secadora lo tiene.
• Limpie el colector de pelusas para aumentar la circulación del aire, e inspecciónelo periódicamente para asegurarse de que nada lo bloquea. Esto también previene los incendios.